Muy buenos días queridos amigos...

Dice el Poeta en su canción “somos como ríos, cada instante nueva el agua…”

Y realmente si somos como ríos, que van haciendo caminos en su paso, y marcando por donde volverá a pasar el agua, siguiendo un patrón de ruta, haciendo ese camino nuevo o viejo que siempre recorremos.

Si esto lo trasladamos a la conducta y nuestra superación personal, podremos decir que desde el inicio de nuestra infancia, vamos creando patrones en nuestro cerebro, en nuestro pensamiento, que son como esos surcos que siguen llevando el mismo “patrón de comportamiento” de siempre y si eso nos a servido hasta el día de hoy, bien o mal, los seguiremos usando.

¡No siempre no son “trayectorias” muy saludables!

Otras ocaciones sus “aguas” son turbias.

Muchas más, lo que llevan es “turbulento”.

Ocasionando con todo esto los problemas que hemos venido padeciendo desde antaño.

A veces te podrías sorprender a ti mismo “respondiendo como siempre” y terminas diciendo “es que así soy yo” pero eso solamente es un trazo aprendido.

De pronto sin decidirlo así has caído en un estancamiento que tu agua empieza a oler mal.

¿Qué podría ser esto?

Como cuando te vas metiendo en problemas sin pensar, y de pronto estas tan hundido en ellos que empiezas a “apestar”.

¿Te habrás sentido así algún día, y sientes como si nada valiera la pena ya, como si todo se hubiera ido al carajo para siempre?

A todos nos puede pasar y nadie está inmune a ello.

Después algo sucede, nuevas ideas, amigos, compañías, o una nueva oportunidad, que lo que hace es romper tu estancamiento y “airear tus aguas”.

Tal vez es lo que te hacía falta, y esa nueva agua limpia las aguas malas.

Es como cuando tienes un recipiente con agua estancada y abres un chorro que le mete agua limpia; si dejas el agua correr, esta desplazará el agua hasta dejarla clara.

Así las ideas buenas van tomando el lugar de las malas.

Así las conductas adecuadas, van remplazando los viejos patrones y todo cambia.

Seguimos siendo el mismo río; pero con agua nueva.

El problema viene cuando dejamos de renovarnos y seguimos con los mismos vicios de comportamiento convirtiéndonos en ese “charco” al que todo mundo le saca la vuelta.

Otros son ríos que nutren, o manantial que da vida.

Son esos líderes que siempre están dando de beber al sediento, con agua renovada, limpia y cristalina.

Agua salada o agua dulce...

Rio, manantial o charco.

Somos como en esas películas, donde el clásico caminante llega sediento a un manantial, pero antes de beber se da cuenta de animales muertos al lado del agua,  está envenenado el abrevadero!

O encontramos un oasis, de agua que tiene plantas y frutos a su rededor y da vida!

¿Qué eres?

¿Qué buscas?

¿Qué has encontrado?

¿En qué te has convertido?