Muy buenos días queridos amigos.

Cada año pensamos lo mismo, !este año está por terminar, veamos el siguiente¡

Eso, queridos amigos forma parte de una costumbre muy común y esta bien, es como decía Jim que cada día al terminar el día, deberías de tomarte unos cuantos minutos para revisar lo qué pasó y planear el día siguiente; pero también al final de la semana deberías de tomar ese tiempo para planear la semana; con mayor razón al terminar un año, te tomarías no solo unos minutos, posiblemente un día entero para evaluar con conciencia y sin clavarte dagas, qué pasó y que quieres que suceda el siguiente año.

Somos arquitectos de nuestra vida.

Algunas de las cosas que intentamos tienen que ver con nosotros únicamente y dependen de nosotros absolutamente porque tenemos el control, pero no todas son así. Algunas son afectadas por causas externas con las que no podemos luchar y entonces en estos casos, nos adaptamos a las circunstancias que no podemos cambiar y jugamos nuestras cartas con “la mano que nos tocó”, haciendo lo mejor que podemos y minimizando la repercusión negativa transformándola en aprendizaje.

Con alegría y sin lamentaciones tomamos lo mejor de la vida y seguimos construyendo.

Este año en particular fue uno de esos retadores y eso es bueno, porque saca lo mejor de cada quien.

Elaboramos entonces nuestro análisis y propósitos para el próximo año my recibámoslo con alegría.