Muy buenos dias queridos amigos.

Estamos por fin abordando nuestro crucero tan esperado por toda la familia, contentos y llenos de la energía que te provee el estar rodeado de tanta gente con un pensamiento positivo.

Normalmente nos dirigimos a donde nos llevan nuestros pensamientos dominantes.

Que frase más interesante, porque a veces llegamos a donde aparentemente desearíamos nunca haber llegado, pero resulta que estás allí exactamente en donde te llevaron tus pensamientos dominantes.

Cuidado con lo que frecuentemente tienes en la mente, porque no es exactamente lo que tenías en la mente cuando pasan esas cosas, no son exactamente esos pensamientos ocasionales los que te han llevado allí, para que no te confundas, estamos a hablando de los pensamientos dominantes, es decir de la suma de todo lo que has venido pensando que es lo que predomina, eso es exactamente la raíz de tus problemas.

Entonces hay que tener mucho cuidado con lo que viene uno pensando, porque todo eso es exactamente lo que atraemos.

El poder del pensamiento es verdaderamente impresionante, desde el lado positivo o negativo porque igual atraes cosas hermosas y siempre deseadas, que las siempre temidas.

Este tipo de conocimiento no es nuevo, y a veces ha sido usado para programar atletas para un gran logro, poniendo en su mente el resultado deseado, y esas cosas son las que curiosamente suceden en la mente de los deportistas como dice Denis Waitley en su libro The psychiology of winning.

Se puede programar a alguien para el triunfo o para el fracaso.

Cuál a sido el programa impuesto a ti desde niño.(pregunta )

Como les hablas a tus hijos para sin tener esto en cuenta irlos programando (pregunta).

Lo que sea que haya pasado en tu vida, no tiene porque continuar así.

Decide cambiar y hazlo.

Les enviare fotos de nuestro trayecto para inspirar no para impresionar.

Deseamos de todo corazón que algún día no muy lejano les pase lo que nos está pasando a nosotros con la familia, que puedas tenerlos a todos contigo, sin restricción alguna y sin mortificación por el gasto.

Libertad económica e independencia financiera, con una muralla alrededor de tu familia.

Se lo merecen y recuerda que Dios te trajo a este mundo de abundancia a ser feliz y realizar tu misión en esta vida.