EL domingo pasado tuve el gusto y el placer de celebrar un año más de vida, felizmente junto a mi familia y amistades. Por cierto muchas gracias a todos los que se acordaron de mí.

 

   Fue un día verdaderamente especial por que recibí más felicitaciones que nunca, a pesar de que solamente tuve un pastelito para mis visitas, y fue un día tranquilo.

 

   Pues desde muy temprano empece a recibir mensajes de felicitaciones, buenos deseos, bendiciones y palabras muy bonitas, acompañadas de abrazos, besos, las mañanitas, regalos y buena compañia. 

 

   Y todo eso me hizo pensar que de verdad deberíamos de vivir en modo de cumpleaños, donde si tu eres el festejado recibas puras buenas vibras, pura energía positiva, buenos deseos etc.

 

   Y a cambio de eso todo el día estas agradeciendo los cumplidos que la gente te regala.

 

   Y si eres el que festeja a los demás,  padrísimo que te prepares para mandar tus mejores frases, tus mejores deseos a esas personas, que pienses en los detalles para regalar, que no tienen que ser materiales. Y que cuando das esa felicitación te regresan un halago y un gracias. Wow, que Hermoso!

 

   En resumen es un circulo virtuoso de Amor, Agradecimiento y Bendiciones, una Energía impresionante que va y viene y se alimenta por sí misma todo el día y los siguientes.

 

   Todos los días hay personas cumpliendo años de vida, y el mundo no se detiene por ello, ni tampoco los problemas, ni las situaciones adversas. Pero cuando es tu cumpleaños todo es de un color diferente, y yo el domingo decidí que nada iba a afectar mi estado de ánimo y así fue todo el día.

 

   Tratemos de no reservar lo mejor de nosotros para los días de los cumpleaños, regalemos esas frases de cariño y buenos deseos a todos nuestros seres queridos que nos rodean, cada vez que podamos.

 

   Por eso me puse a pensar que padre seria vivir todos los días como si fueran Festejados.

 

   Se imaginan que pasaría si intentamos vivir en modo cumpleaños?

   Por cierto Felicidades a todos los que cumplen años HOY!

 

   Gracias

Erika Valle