¡Muy buenos días queridos amigos!
 

El artículo del día de ayer, generó muchos comentarios de todo tipo y reflexiones varias que me da gusto, porque de eso se trata este ejercicio de pensamiento, compartir ideas, reflexiones y provocar el pensamiento creativo analítico reflexivo.
 

Ayer tomé un tema de un razgo de la personalidad para usarlo como punto de partida de como algunas expresiones de la conducta humana, siendo tan comunes y dañinas al verlas como cotidianas, podrían verse como “normales” y la pérdida de sensibilidad de la gente— ocasionada por la cotidianidad de este fenómeno — hace que esta conducta se repita sin una respuesta apropiada. Se perdió la capacidad de asombro, y entonces todo parece absolutamente normal. Esto está bien estudiado y documentado, de como por ejemplo en países o ciudades de violencia extrema, las personas pueden ver los pleitos, golpes, asesinatos o narcomenudeo sin asombro y alguien puede pasar por un lado de un “baleado” o un muerto, solo para tomar video y subirlo o pasar sin siquiera reaccionar.
 

Qué nos pasó?

Dónde perdímos esa capacidad de asombro?
 

Yo recuerdo como cuando niño o adolescente, no decíamos una “mala palabra” delante de una mujer o un adulto porque era inconcebible; o la famosa palabra que inicia con “V”,  que ahora forma parte del lenguaje cotidiano de las y los jóvenes, cuando antes, si se te salía decirla delante de alguna mujer, te metías en un verdadero lío si es que no recibías una bofetada diciendo “grosero que no ves que hay una dama”.
 

Anticuado?

Viejo podrían decir?
 

¡Es otra época dirían otros!

La definición de “respeto” cambio?

Cuándo se perdió la sensibilidad ante la grosería, la vulgaridad o la irreverencia?
 

Ahora veamos otra característica o razgo de personalidad, como sería la HIPOCRESÍA.
 

Qué entendemos por esto: es la actitud constante o esporádica de fingir creencias, opiniones, virtudes, sentimientos, cualidades, o estándares que no se tienen o no se siguen. La persona hipócrita finge cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente tiene o experimenta. La hipocresía en si es un tipo de mentira o pantalla de reputación. (tomado de wikipedia).
 

En un negocio como el nuestro en donde no existe un filtro de selección para entrar - cosa que celebro - entonces entra de todo tipo de personas y personalidades, haciendo de esto entonces una pequeña muestra del mundo real, donde se tiene que lidiar todo tipo de expresiones de la humanidad, entonces “como es afuera, es adentro”, por lo tanto es importante no asustarse pero tampoco ser insensible, ni acostumbrarse a ello sin responder adecuadamente.
 

¡No eres tú el responsable de la conducta de los demás!
 

Pero si de la tuya.

Procura tú, no ser así.
 

Somos una empresa de transformación y cambio, pero eso tampoco significa que somos milagrosos y todo el que entra se vuelve santo.

Vamos por el cambio y lo apoyamos al máximo, tantas transformaciones lo avalan.
 

Pero la riqueza no significa cambio y el pin tampoco -no necesariamente - hay habilidosos cínicos e hipócritas.

Qué hacer al respecto?
 

Definitivamente el cambio inicia en uno mismo, en no ser casi, ni ser tolerante con quien lo es.

Desenmascara al hipócrita, me enseñaron hace mucho tiempo.
 

La raíz Etimológica de la palabra hipócrita viene del  “griegohypo que significa "máscara" y crytes que significa "respuesta" y por lo que la palabra significaría "responder con máscaras" (tomado de Wikipedia).

 

Curioso?

Dejemos de celebrar al hipócrita, dejemos de alabar al cínico, que ya no le sirvan sus máscaras y sin meternos en revoluciones o guerras innecesarias si hagamos un acto de conciencia y con nuestro cambio ocupemos el espacio que nos corresponde y recordemos que “el espacio que deja de ocupar el bien, lo ocupa el mal”.