Cuando pienso en la palabra vejez, me lleno de emociones, me siento, melancólica, reflexiva, impotente, sensible , esperanzada y tantas cosas más, será que recuerdo a mis viejos que se han ido, como mi abuela y mi padre...no sé, hay tantas cosas que pensar acerca del tema, y al final del día, es una realidad que afecta a jóvenes y viejos, en una frase, a la humanidad entera!

 

 

   Todos sabemos que la vejez es una etapa más de la vida, como la infancia, la adolescencia, la adultez y finalmente la vejez, pero esta última es precisamente la ÚLTIMA. Y me lleva a pensar en los viejos que nos rodean, principalmente por que mí Mamá vive en casa con nosotros desde hace más de 16 años, entonces, me toca vivir este fenómeno muy de cerca; mientras más pasa el tiempo y tengo oportunidad de seguir cumpliendo años en este maravilloso mundo, más atrapa mi atención, y me he dado cuenta que cuando somos jóvenes , vemos a la gente de la tercera edad, sin ninguna consideración, y conforme envejecemos vamos entendiéndolos más.

 

¿Será que nos estamos haciendo viejos?...Y al menos ese es mi caso y me alegra que así sea, por que en la medida en que yo sea un ejemplo para mis hijos en el trato de la gente de la tercera edad, seguramente así trataran a los viejos que les rodeen, incluyéndome a mí. Además de predicar que debemos tratar a los demás como nos gustaría que nos traten.

 

 

   En realidad el proceso de envejecer es parte de la vida, por lo,  tanto es algo muy natural, sin embargo es un tema que se rodea de muchos factores sociales, familiares, psicológicos, de asistencia médica, económica, etc.

 

 

   Existen personas que llegan a la vejez "enteritos", hombres y mujeres que se valen por sí mismos y están sanos y con mucha lucidez, pero esos son unos pocos, la mayoría, están enfermos y muchos de ellos con algunas demencias o algunas enfermedades que atacan la memoria, y otras tantas que son discapacitantes. El mundo de hoy con todos sus avances, le permite al ser humano vivir más años, eso provoca enfermedades que antes no se daban, y alarga los tratamientos mientras sobreviven, y nuestros sistemas de salud pública no están preparados para ello. En realidad es preocupante.

 

 

   En fin, mi reflexión sería orientada hacia esta parte de la población, empezando por los que tienes en tu familia, seguramente tienes algún querido "viejo", ó querida "vieja“ dicho con cariño y respeto a quien puedas hacerle más amable la vida en esta su última etapa, antes que nada siendo tolerantes con ellos, dándoles cariño y atenciones, el toque físico, un beso, un abrazo largo, escuchándolos aunque repitan una y otra vez las mismas historias, los mismos recuerdos, entendiéndolos como esas personas frágiles, que se saben que van de salida, que mueren de miedo por que su velita se vá apagando lentamente; algunos de ellos no tienen resuelta su partida, en cuestión de testamentos, y decisiones familiares, tal vez podamos apoyarlos en todo eso que les dará tranquilidad para que puedan vivir el resto de sus días con tranquilidad y poder decir: "vida, nada te debo, vida, estoy en paz"...

 

 

   Y cierro este escrito con esta frase:

   "Un día, serás un recuerdo para algunas personas..., Haz todo lo posible por ser uno bueno!...

      

Gracias,

Erika Valle.