El día a de ayer durante el evento de liderazgo en Cancun, tuvimos a nuestros invitados especiales Lana y Oleg, un matrimonio increíble, provenientes de Rusia miembros del Club del Chairman, con una vida muy exitosa, no solo en lo material, sino básicamente es todas las áreas de su vida.

Y mientras contaban su historia de 24 años en la empresa, sus inicios son tan similares a los nuestros, que me fue inevitable regresar en el tiempo y recordar con nostalgia, con tristeza, pero con orgullo, nuestra historia. Básicamente lo que mas me impacto fue en el área familiar y de hijos, por que cuando ellos empezaron su negocio ya tenían un hijo, se llama Llag, y contaban como ese hijo vino a ser el mas sufrido en cuanto al tiempo que sus padres le quitaron a él para dedicarlo a su negocio, y como se habían perdido de algunos de sus cumpleaños , siendo un hijo creado mas por abuelos que por sus padres.

Todo esto contado por Lana con un nudo en la garganta que terminó con lagrimas; Y nos compartía que hace algunos días le preguntó a su hijo Llag, que hoy tiene 28 años, que si tenia algún tipo de resentimiento hacia ellos por dejarlo solo tanto tiempo? Y el le respondió que por supuesto que no, que definitivamente sufrió mucho en su momento pero que hoy que es un adulto entiende perfectamente bien las razones de por que lo hicieron, y que hoy celebra esa decisión.

Inmediatamente vino a mi mente y a la de Victor nuestra historia hace 24 años cuando solamente estaba Ivan, nuestro hijo,que por cierto en Mayo cumple 28 años,que nos acompaño antes de Herbalife y durante el arranque de nuestro negocio, siendo cuidado por sus abuelos, por que nosotros estábamos construyendo el futuro para nuestra familia, y solamente me resta agradecerle a ese hijo que junto con nosotros luchó todas las batallas para poder salir adelante en nuestra economía, a pesar de su corta edad,sė que no fue fácil para él y mucho menos para nosotros, pero es parte de los sacrificios que muchas familias hemos tenido que hacer para salir adelante juntos.

A esto se le llama pagar el precio, ojalá no hubiera sido con un costo tan alto como cuando hay hijos que también lo pagan. Si alguien está en esta etapa, den calidad durante el tiempo que gocen a su familia, den amor, recompensen a esas personitas que han sido guerreros que nos acompañan en el camino, sin entender bien que es lo que pasa, pero ahí estuvieron fieles y al pie del cañón . Estos hijos "maestros", son parte del éxito que hoy gozamos, por que fueron un motor para impulsarnos, y hoy merecen todo nuestro reconocimiento y apoyo.

Gracias.

Erika Valle.