Muy buenos días queridos amigos.

En el mes anterior escuchando a Edgar Balbas hablar sobre el manejo del tiempo me vino a la mente lo hablado y escrito por Stephen Covey en su libro PRIMERO LO PRIMERO. Edgar hablaba de tiempos menores y tiempos mayores; Covey nos regala la MATRIZ DE LA ADMINISTRACIÓN DEL TIEMPO.

Existen muchas formas de hablar de administración del tiempo, algunos la llaman tiempos productivos o improductivos, horas hábiles y no hábiles, Covey le dice actividades urgentes e importantes, no urgentes y no importantes.

Sea lo que sea, los seres humanos gastamos el tiempo en vez de invertirlo sabiamente y es común la lamentación posterior, cuando las cosas no se da cuenta como uno hubiera deseado.

En incontables ocaciones escucho decir a los distribuidores que se sienten agotados de tanta actividad y no ven su avance, para luego corroborar únicamente que están mal gastando su tiempo en actividades sin tener en cuenta la productividad.

Puedes estar muy activo y no necesariamente productivo.

Andas de un lado a otro como gallina sin cabeza porque precisamente no has puesto tu cabeza en el lugar correcto.

Las necesidades y problemas te abruman, te va comiendo el tiempo y las viseras, y todo esto, solamente porque no has planeado tus actividades con inteligencia.

Tienes en tus manos la oportunidad de oro para hacer un cambio rotundo en tu vida y la de tu familia.

Y lo desperdicias brutalmente. 

Edgar Balbas decía "invierte tu todo en lo qué haces" entrégalo todo sin medida, totalmente y sin regateo, mete tu resto en la actividad que has elegido para ti, y veras que los resultados se dan.

Mi compadre Angel de la Trinidad decía "no hay crisis que se resista a ocho horas de trabajo continuo"; y yo solamente le agregaría "trabajo productivo" porque hasta destapar una cerveza y prender la television es trabajo.

Pero cuando la actividad la haces a medias, los resultados son pobres, alargas la agonia, prolongas el sufrimiento, tienes un desgaste innecesario para ti y tu familia, no te ves atractivo en el negocio, la gente no te cree que te va bien (porque además solo sobrevives) y cuando los invitas a unirse a tu grupo en su mente esta el "para verme o estar como tu, no gracias".

Pasas más tiempo en el cuadrante de lo URGENTE, PERO NO IMPORTANTE, o peor aun, en el de NI URGENTE, NI IMPORTANTE.

Engañándote a ti mismo al venderte erróneamente la idea de que vas bien y le "estas echando ganas" y posiblemente si les esta echando ganas pero a tu fracaso.

!Terrible verdad!

¿Que hacer entonces ante esta situación?

Sentarte a escribir que quieres hacer con tu negocio, primero que nada.

Valorar con absoluta franqueza que lo que estás haciendo hasta ahora te tiene cómo estás hasta hoy.

Lleva un diario de actividades de manera honesta, anotando todo lo qué haces minuto a minuto, haz esto por una semana y veras como gastas el tiempo.

Etiqueta actividades de acuerdo a un esquema de evaluación.

A mi me parece que el de Covey es muy útil y balanceado, pero tu puedes usar el que mejor te acomode y entiendas.

Identifica las actividades realmente productivas de tu negocio.

En nuestro caso: vender, contratar y entrenar.

Fija metas creíbles y confiables.

Para mi: cinco nuevos clientes y cinco nuevos distribuidores por mes, conservándolos con buena retención es una buena meta.

Pero tu pon la tuya.

Así organiza un día con un Método diario de operación, púlelo hasta que este perfecto y repítelo por noventa días hábiles. 

"Todos estamos a dos planes de noventa días de cambiar de posición". Edgar Balbas