Muy buenos días queridos amigos.
Sábado por la mañana en el cerro, con el frio clásico de estas fechas, pero cumpliendo con la tarea encomendada por mi entrenador en jefe, que es el que dice que se hace y que no se hace.
Porque tener un entrenador si no lo vas a obedecer, seria absurdo. Pues en mi caso, yo sigo al pie de la letra las instrucciones y solamente por cosas de fuerza mayor, me pierdo una de sus indicaciones.
¡La razón es sencilla!